Hoy bebí a sorbos galopantes,esta tristeza tan mía,y me pareció aun más amarga y seca.
Quise vomitarla, pero era tan amarga,que a su paso me abrasaba el alma.
Me arranque la piel,por ver si la desterraba,y aun desnuda de piel y huesos,podía sentirla palparla.
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